Por fin he visto (no diré por qué vía) Wildcat, que se podría traducir por El gato montés, la película dirigida por Ethan Hawke en 2023. Ha sido la gran sensación en los ambientes donde se habla de Flannery O'Connor y tenía mucha curiosidad por verla (hablé de ella por junio del año pasado)
Es una película ambiciosa, rodada con buenos medios, trabajada, con un guión complejo y actuaciones de nivel. Dicho todo esto, a mí me ha decepcionado. Mi principal crítica es que queriendo ser un retrato fílmico de Flannery O'Connor, le falta algo fundamental, el humor y la esperanza que permea la vida y la obra de la escritora. Todo es tristeza en esta película, todo es dolor o peor, amargura, angustia. Dicho de otro modo, no hay nada por lo que vivir: la protagonista es una mujer de vida piadosa pero sola e incomprendida, con una madre que seguro que no se corresponde a la imagen de la Regina Cline real, sino a los personajes que podrían tener un eco (y seguro que con un punto humorístico) en ella. Así por ejemplo la madre de Todo lo que asciende debe converger en la película aparece (la misma actriz que hace de Regina) sin nada que la haga mínimamente amable, dentro de sus limitaciones, bien descritas. Es un problema general de la película: se crea un hilo biográfico que se pespuntea con relatos de Flannery O'Connor que se podrían entender en esa clave y todo acaba formando una unidad que no se corresponde con la realidad: ni Flannery era un ser amargado (basta leer sus cartas), ni su madre era un monstruo de intolerancia.
Me gustó el que se centre buena parte de la trama en torno a su admiración y seguramente amor por el poeta Robert Lowell. El problema es que todo se hace girar en torno al año 1950, el año fatídico de la reclusión de Flannery en Andalusia por el lupus, que fue un cambio completo de su vida: para que todo cuadre, se fuerza la cronología, haciendo por ejemplo La espalda de Parker como un cuento escrito incluso antes, cuando en realidad es de los últimos de la escritora, de 1964. Es un cuento de madurez y de una grandísima hondura, que no es la de 1950 y que no se consigue transmitir en la película en su transposición fílmica.
Así, los distintos cuentos de Flannery puestos en imágenes no consiguen estar a la altura de los textos literarios. No sé qué pensará el que vea la recreación de La buena gente del campo tal como aparece aquí: no entenderá mucho, me parece. En cierto modo, es una película para lectores de la obra de Flannery O'Connor, pero con una perspectiva que a mí me parece reduccionista, todo de tejas para abajo. Por poner un ejemplo: la conversación de Asbury con el padre Flynn, de El escalofrío permanente, que es un prodigio de humor, aquí se pone en boca de la propia Flannery, convirtiéndola en una escena desgarrada, de pura desesperación, consiguiendo un efecto que es justamente el contrario de lo que ella había querido expresar en el relato.
Yo creo que cada cuento y cada novela merecen una película y aquí se quiere abarcar mucho y no se consigue que el retrato de la escritora sea el que a mí me parece que sería más cercano a la realidad: quizá esté yo equivocado, pero no lo sé.
Tenéis una larga, detallada y precisa reseña de Henry T. Edmondson III sobre la película. Me alegra coincidir con él. También estoy de acuerdo con todo lo que dice en su crítica Ralph C. Wood.