“El Sr. Shiftlet sintió que la podredumbre del mundo estaba a punto de devorarlo. Alzó el brazo y lo dejó caer sobre su pecho. “¡Oh Señor!” -rogó- “Ven y limpia el barro de esta tierra!” … Después de unos minutos hubo por detrás un repique de carcajadas de trueno y fantásticas gotas de lluvia, como hojalata, se estrellaron en la parte trasera del coche del Sr. Shiftlet. Rápidamente pisó el acelerador y corrió bajo la lluvia hacia Mobile.”
Este pasaje de La vida que salvas puede ser la tuya es el centro de este artículo excelente de Bad catholics, ahora traducido al español en Contra Babel, un muy prometedor blog.
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