Ha aparecido un artículo de Darrell Falconburg sobre la cercanía intelectual entre Russell Kirk y Flannery O'Connor. Sigue, y los cita profusamente, trabajos importantes de Edmonson y Foss. Su artículo es denso, largo, profundo y muy interesante: recordando con Kirk que el conservadurismo no tiene raíces fijas como el marxismo, sabe señalar también que sin el fundamento religioso carece de peso; todo pasa por la mejora interior, más que por transformaciones externas.
Flannery O'Connor siempre votó a los demócratas. Su mundo de ideas estaba muy de acuerdo con el libro que hizo famoso a Kirk, The Conservative Mind. A él lo llegó a conocer en casa de unos amigos en Tennessee, los Cheney: hablaron poco porque los dos eran poco parlanchines, pero al menos les dio para burlarse un poco de Kirkpatrick y Dewey. Así lo contó ella:
Me: I read old William Heard Kilpatrick died recently. John Dewey’s dead too, isn’t he?
Kirk: Yes, thank God. Gone to his reward. Ha ha.
Me: I hope there’re children crawling over him.
Kirk: Yes, I hope he’s with the unbaptized enfants.
Me: No, they would be too innocent.
Kirk: Yes, Ha ha. With the unbaptized enfants.
Me: Yes.
Eran tiempos en que la línea demócratas / republicanos funcionaba de otro modo, quizá. Al menos podías hacer bromas sobre Dewey y no pasaba nada.
El relato de Kirk sobre la relación entre ambos, escrito en tercera persona, merece muchísimo la pena.
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