Llevaba tiempo con ganas y por fin he podido leer Flannery O'Connor and the Perils of Governing by Tenderness, de Jerome C. Foss, un profesor joven de lo que nosotros llamaríamos teoría política, muy inteligente, al que conocí en el Congreso de Dublín.
En este libro sigue los pasos del de Henry T. Edmondson, del que ya hablé aquí hace mucho, sobre la respuesta de la escritora al nihilismo: es una mirada política a una obra literaria. No pretende convertir a Flannery O'Connor en una teórica de la política, cosa que nunca fue, ni extraer de sus escritos enseñanzas eruditas: lo que hace es leer muy de cerca su obra y establecer relaciones con los grandes teóricos políticos, empezando con Platón y Aristóteles y siguiendo con san Agustín, santo Tomás de Aquino, Maquiavelo, Locke, Rousseau y al final con Nietzsche. En cada capítulo establece un marco de discusión y luego hace una lectura muy interesante de algunos cuentos seleccionados. Quizá el mayor elogio que pueda hacer es decir que me han dado muchas ganas de releer esos cuentos, con esa perspectiva ganada en la lectura que de cada uno hace Foss. Cuentos complejos como Una vista del bosque, Un círculo en el fuego o La fiesta de Partridge. Me ha gustado especialmente su comentario de El día del juicio, con una explicación muy lograda de la cuestión racial en el cuento. También lo que comenta sobre la oposición entre historia, tradición y verdad en Un encuentro tardío con el enemigo.
Lo más original del libro es la comparación en el último capítulo entre el protagonista de Sangre Sabia, Hazel Motes, y John Rawls, el famosísimo teórico de la justicia: está muy lograda, nada forzada, sin querer hacer a los dos iguales, pero estableciendo muchos puntos de contacto. A diferencia de Hazel Motes, Rawls no acabó de llegar a la conversión, aunque hizo acercamientos finales al cristianismo.
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