He vuelto a oír A good man is hard to find en la lectura de la propia Flannery.
Esta vez me ha impresionado el modo en que se dirige la abuela a su hijo, con una voz trémula, justo cuando él se ha dirigido a ella con lo que se supone es un insulto tremendo; ella le dice: Bailey Boy. Quizá eso es lo que le prepara a ella el camino para descubrir al Inadaptado como hijo y la salva.
Y las señales que hace el Inadaptado en el suelo me recordaron a las que hace Jesús en el episodio de la Samaritana: se van marchando, primero los varones, luego las féminas y se queda sola la abuela, que sería como la adúltera. Pero todo está retorcido en paralelismos al revés: un montón de sugerencias de sentido.
Y el brillo del sol en todo el relato. Y los árboles que brillan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario