Llevaba tiempo con la mosca tras la oreja, porque había leído no sé donde, a alguien, que en Los violentos lo arrebatan, su segunda novela, Tarwater en realidad no había bautizado a Bishop.
Sí que lo había bautizado, dice FO'C misma:
The boy finally answers his call, and he also baptizes Bishop, so what the old man predicted and hoped for is fulfilled even if not in the way he foresaw.
El niño finalmente responde a su llamada, y también bautiza a Bishop, así que lo que el anciano predijo y esperaba se cumple, aunque no de la manera que él previó.*The Correspondence of FO'C and the Brainard Cheneys. Edited by C. Ralph Stephens, Jackson, University Press of Mississipi, 1986, 94.
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