Estoy releyendo las cartas de FO'C (hay que ser un fan consecuente) y como tenía en on la tecla de Guardini me ha llamado la atención la de veces que ella recomienda El Señor.
Y Guardini la influyó, claro, por ejemplo con este texto (Rialp, 1958, 3ª ed. VI. 2, p. 196):
Y Guardini la influyó, claro, por ejemplo con este texto (Rialp, 1958, 3ª ed. VI. 2, p. 196):
Y ahora comparad con este texto de Flannery.Si alguien preguntara: ¿qué es la Redención desde el punto de vista del sujeto agente y del paciente? Diríamos: el Señor resucitado. Él mismo, en su nueva existencia, en su humanidad transfigurada, es el mundo rescatado. He aquí por qué se le llama 'primogénito de toda criatura', 'el principio', 'primicia' (Col. 1,15 y 18; 1 Cor. 15,20). (...)
Hemos de transformar la idea que nos hacemos de la Redención. Cobijamos en nosotros todavía el racionalismo, que la coloca exclusivamente en el 'dominio espiritual', es decir, en el pensamiento, en las disposiciones interiores, en los movimientos del corazón. Hemos de aprender a conocer cuán densa, sustancial y real es la Redención divina. Esta se refiere a la existencia, al hombre, a su realidad, hasta tal punto que san Pablo, del cual nadie se atreverá a decir que adoraba el cuerpo, la define en función del cuerpo nuevo. Esta doctrina quedará fundamentada en la Resurrección. Por eso el mismo apóstol nos dice: "Y si Cristo no resucitó, vana es nuestra predicación, vana es nuestra fe" (I Cor. 15,14).
Esta doctrina nos aclara también la naturaleza de los sacramentos (...) ¿Por qué comiendo su cuerpo y bebiendo su sangre? ¿Por qué no evocándole en la dignidad y pureza del espíritu? Porque la carne y la sangre del Señor, porque su cuerpo resucitado, porque su humanidad transfigurada, son la Redención. Porque en la Sagrada Eucaristía se renueva continuamente la participación en esta realidad transfigurada, divina y humana. Porque la comunión de su cuerpo y de su sangre es este pharmakon athanasias, este remedio que da la inmortalidad, como dicen los Padres griegos, refiriéndose a la inmortalidad de una vida no puramente 'espiritual', sino de la vida humana real, corporal y espiritual, introducida en la plenitud divina.
3 comentarios:
Muy interesante.
(Quizás hayas leído este artículo, en él se menciona la opinión de FOC sobre RG).
Gracias, Juan Ignacio: m,e ha interesado el artículo, sobre todo la primera parte.
Todo lo relacionado con O'Connor es interesantísimo y hace pensar bastante; humildemente,Néstor
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