Me hizo gracia lo que le cuenta FOC a Katherine Ann Porter, en una carta del 17 de agosto de 1963:
Me alegro de que no me recuerdes con la expresión inquieta de esta foto. El hecho es que creo que los fotógrafos son del peor tipo de personas y el solo hecho de estar en presencia de uno me saca la peor cara. Recientemente tuve una mala experiencia con esa gente de Jubilee. Dejé que su fotógrafo viniera aquí (debería haber sido más sensata y no haberlo hecho) y tendrías que ver el resultado. Este es un lugar hermoso, pero en sus fotos parece Oklahoma en medio de una tormenta de polvo. Yo parezco una de las mujeres de allí, después de años de ira y semi-hambruna. Les pedí que no usaran las fotos, pero me informaron de que era demasiado tarde y las usaron de todos modos.
I’m glad you don’t remember me with the fretful expression of this picture. The fact is I think photographers are the lowest breed of men and just being in the presence of one brings out my worst face. I have just recently had a bad experience with those people at Jubilee. I let their photographer come here (which I should have had more sense than to do) and you should see the result. This is a beautiful place but in his pictures it looks like Oklahoma in the duststorm. I look like one of the Oakie women after years of wrath and semi-starvation. I asked them not to use the pictures but they informed it was too late and used them anyway (Alexander 2019, 270).
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