viernes, 18 de marzo de 2022

Sobre Los violentos lo arrebatan como historia de misterio

Recoge Samway en el libro sobre Giroux y Flannery un comentario que esta le hizo a John J. Quinn, S.J., profesor de inglés en la Universidad de Scranton, sobre Los violentos lo arrebatan: 

Prefería considerarlo como relato de misterio más que de salvación, por dos motivos, uno porque la salvación de Tarwater está todavía en duda al final de la novela, incluso aunque él ya haya aceptado su misión, y el otro porque la palabra salvación "fulmina lectores como Raid mata moscas" (="Flit does flies"). Ella insinúa que podría continuar el relato, en el que los "hijos de Dios" acaban con Tarwater y obtiene su salvación por la vía del martirio.

Explica Flannery (y todo esto lo parafraseo), que Tarwater y su tío Rayber rechazan la fuerza que hay en ellos [deny the force in them] no por lo costosa [=bitter] que sea: es que Tarwater no puede soportar  el hecho de que Cristo no sea un espíritu puro. Él quiere oír la voz de Dios "desde un cielo claro y vacío", no tocada por nada que sea humano. Toda implicación de lo humano en lo divino supone, para él, un abajamiento [=lowering]. A Tarwater le repugna la Encarnación: cuando percibe a Cristo en las cosas materiales, huye de ellas. 

Por su parte. para Rayber, aceptar la fuerza sería aceptar a su hijo Bishop, que tiene un retraso mental severo: cree que su amor por él, muy grande de hecho, no tiene en realidad sentido y que daña su dignidad, porque Bishop no tiene potencial ni espiritual ni intelectual por sí mismo: el cristianismo es repulsivo para Rayber porque significa amar y santificar lo que intelectualmente no tiene valor. Rayber representa el hombre moderno y Flannery lo pone en relación con la figura de Albert Camus, al que por lo demás admiraba mucho. [Carta 28 de enero de 1960; en Samway 2018, 211-12].

Portada de una edición argentina

viernes, 11 de marzo de 2022

Patti Page - Tennessee Waltz

En Un hombre bueno es difícil de encontrar, cuando paran a comer, ponen en una gramola esta canción:
La madre de los niños puso una moneda de diez centavos en la máquina y sonó The Tennessee Waltz y la abuela dijo que esa melodía siempre le daba ganas de bailar. Le preguntó a Bailey si le gustaría bailar, pero él la miró mal. Él no era de natural alegre como ella y los viajes le ponían nervioso. Los ojos marrones de la abuela brillaban mucho. Movió la cabeza de un lado a otro y fingió que estaba bailando sentada en su silla.

The children's mother put a dime in the machine and played "The Tennessee Waltz," and the grandmother said that tune always made her want to dance. She asked Bailey if he would like to dance but he only glared at her. He didn't have a naturally sunny disposition like she did and trips made him nervous. The grandmother's brown eyes were very bright. She swayed her head from side to side and pretended she was dancing in her chair.
La canción, leído este párrafo, me parece tristísima. Me da muchísima pena de la abuela, a la que no parece que nadie de su familia quiera mínimamente: